martes, 31 de mayo de 2011

Para todos ustedes, "olvidar"


Hay cosas que te marcan de por vida. Palabras, actos, momentos… que sientes que no podrás olvidar jamás.
El término olvidar esta mal usado en la sociedad.
Todos dicen: “Dios, tengo que olvidarme de él/ella, me hace mal” y comienzan a eliminar a esa persona completamente de sus vidas… en todo sentido. La sacan del celular... del msn… del facebook… la esquivan en la calle… como si fuera a servir de algo.
Y todos piensan que eso esta bien. Cuando la verdad es que no.
Nunca vas a poder olvidar completamente una persona. Las cosas vividas, pensadas.. no se olvidan! Pongamos un simple ejemplo.

“Piensa en un conejo blanco.”

Hasta ahí, todo bien.

“Ahora, quiero que dejes de pensar en el conejo blanco, inténtalo con todas tus fuerzas.”

Aunque intentes con todas tus fuerzas no pensarlo, la imagen del conejo blanco ya esta en tu mente. Y no va a salir… Simplemente debes aceptar que el conejo está ahí. Y no podrás sacarlo porque ya se convirtió en parte de tu memoria.

Así sucede con las personas, con los momentos. No se debe intentar recluir todos esos recuerdos, y ponerlos en el rincón más oscuro de tu mente.
¿Qué hace esto? ¿Qué es lo que hace este vano intento de olvidar algo que no se puede olvidar? Nada, solo lastimar, provocar un ciclo que parece que nunca terminara.
Y es que claro. Recluyes toda esa información, todos esos recuerdos que ruegan salir a la luz, que quieren estar en tu mente, como si ya no existieran.
Pero la triste verdad es que puedes mantenerlos en la oscuridad de tu cerebro sólo por un tiempo determinado, no puedes fingir para siempre que no existen. Por una simple razón. Que esa persona es probable que este cerca de tu vida un largo tiempo. Aunque la tengas eliminada de donde sea, e incluso recluida en lo más oscuro de tus recuerdos, vas a cruzarla por la calle. Alguien, siempre la va a nombrar. Siempre, de una forma u otra aparecerá en tu vida.

Y puedes tomar dos caminos.
Uno, el de intentar “olvidar” lo cual es imposible. Que provocará un ciclo que nunca termina, un aparente bienestar que se rompe continuamente con sólo escuchar su nombre o tener alguna señal de esa persona.
O puedes optar por sacar a la luz esos recuerdos, sentirlos tranquilamente y dejar que ese pinchazo de dolor fluya por un rato, para que después vaya haciéndose cada vez menos y menos importante… hasta casi desaparecer. Aceptar las cosas como son, y lograr ver y poseer esos recuerdos, esos momentos, con una sonrisa porque sucedió… y no con una lágrima porque terminó.
Y así, evitarte tanto dolor y sufrimiento por tanto tiempo, ese ciclo interminable hasta que te das cuenta de que esa no es esa la forma de actuar. Así solo te lastimas a ti mismo, y lastimas a los demás. No es para bien que se tomen ese tipo de acciones, es para lío.




No se puede olvidar una persona que fue importante para ti, nunca. Por el simple hecho de que las vivencias y las alegrías que ha tenido contigo, van a seguir allí en tu cabeza durante el resto de tu vida.
Sólo se asemeja, se acepta la realidad tal cual es. Esa es la forma de aplacar el dolor… Al menos, hasta que llegue un clavo que saque al anterior… Y te des cuenta de que tu sufrimiento no lo valia tanto. Porque lo que llegó, no se compara con nada.


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