miércoles, 21 de marzo de 2012

Pensamientos.



La sociedad esta desgastada. Inconsciente, perdida en cosas tan banales como la moda, el dinero o el qué dirán… que ni siquiera se fija en las cosas que realmente importan. 
Ni intenta pensar. Y es que pensar hoy en día es algo totalmente ilógico, idiota, cuando aparentemente todas las soluciones a las cuestiones del día a día están ya dichas. La verdad es que no es así.  Si tan sólo nos dignáramos a preguntarnos el "¿Por qué?" de todo, comenzaríamos al menos a intentar entender. Y al respondernos estas preguntas, entenderíamos al fin.


Pero no, no lo hacemos


Y lamentablemente siempre que hay alguien más inteligente que nosotros, que comprende este tipo de cosas, en lugar de intentar hacer de ésta una sociedad mejor, nos incita al no pensar. 
Y aquí estamos, siguiendo al resto con sus costumbres, sin preguntarnos por qué lo hacemos. Intentando imitar a quien se cree que es mejor en diferentes cosas, y dejándonos llevar por cualquiera que parezca tener la razón. 


Sin cuestionarnos nada. 


Cada vez que algo diferente se presenta ante nuestras narices, no tenemos otra cosa mejor que hacer que apartarnos. 


Cuando podríamos aprender miles de cosas de ello.


Al contrario, al encontrar a alguien con las mismas ideas de uno, que jamás va a decirnos “No”, o “Disiento”, o “Tal vez no tengas razón”, se lo elige por sobre todas las cosas. Y esto no nos permite avanzar. Solamente deja que sigamos afianzando lo que tenemos por costumbre y “pensamiento”.
La verdad es que a esta sociedad, tanto a ricos como a pobres, le falta mucho por aprender. Hay cosas muchísimo más profundas que en las que pensamos durante toda nuestra vida.Intentamos buscar felicidad en una casa, un auto, un viaje, un retiro espiritual, que creemos nos la darán, cuando en verdad a veces no es del todo así. Intentamos creer que somos inteligentes y pensamos, cuando en realidad las “ideas” que tenemos no son nuestras, son de otros. Estamos cada vez mas estereotipados, iguales, menos pensantes. 


Cada vez más, pero a la vez cada vez menos. 


Somos pequeños loros que repiten lo que otros dicen, como si fuera una verdad indiscutible, sin siquiera analizar qué es lo que estamos diciendo.Yo elijo el camino difícil. El de intentar pensar. El de intentar ser alguien diferente, con ideas propias sobre el mismo universo.


Tu, 


¿Continuarás siendo una oveja blanca más, siguiendo a las demás en el rebaño mundial? 


¿O te convertirás en otra de las pocas ovejas negras restantes, apartadas pero pensantes?






                                                                                                                       Tan sólo házlo...

martes, 20 de marzo de 2012

El Amor.

Amor, ¿Alguien acaso puede explicarlo? Nunca muere, y viaja incansablemente por los corazones de todos nosotros, sin dar ninguna explicación.

¿Realmente importa el resto?

Lo más hermoso que le puede pasar a alguien, es querer y ser querido. O incluso amar y ser amado.

El color negro con el que uno solía ver la vida, ahora se convierte en un cálido azul, o un apasionado rojo. Nada nos preocupa del todo, siempre y cuando contemos con nuestros seres queridos. Y uno lucha empecinado en que ese amor dure por siempre, feliz de haberlo encontrado. Y escribe horas y horas, tan sólo pensando en su sonrisa, en sus ojos, en sus dichos.
Las palabras parecen nacer de los incansables dedos del escritor, y nada más. Silencio. Paz.

El sólo hecho de saber que, al menos del otro lado del mundo, hay alguien que uno quiere, que siempre lo espera, lo desea, es suficiente motivo para sentirse afortunado.

El amor parece salvarnos de las inquietudes que todos tenemos, de esas preguntas que, aunque sabemos que no tienen respuesta, buscamos hasta el cansancio.

En un instante, el delirio inunda estas palabras.

Hoy descubrí que, a pesar de todo, es posible amar y ser amado, y por eso lucho.

Sinceramente, no me importa si el mundo se opone, o si creen que yo no soy capaz de amar. MI corazón habla, y yo lo escucho.

¿Realmente importa el resto?


                                                                                      
                                     
                                                                           Un año y tres meses de puro amor.